Árboles de la Reserva
El Arrayán, conocido científicamente como Calycolpus moritzianus, es un árbol de mediana altura, que generalmente alcanza entre 10 y 20 metros. Su tronco es recto, de corteza lisa y color pardo rojizo, mientras que sus hojas son perennes, pequeñas y de un verde intenso. Este árbol es especialmente apreciado por sus flores blancas y fragantes, que atraen a una variedad de polinizadores.
Prefiere suelos bien drenados y puede adaptarse a diversas condiciones climáticas y por lo tanto, el Arrayán se encuentra principalmente en regiones montañosas y subtropicales, incluyendo la Cordillera de los Andes y zonas del altiplano cundiboyacense.
Su capacidad para atraer polinizadores y ofrecer refugio a diversas especies lo convierte en un árbol esencial para la biodiversidad de los bosques colombianos. Además, sus flores fragantes y su tronco decorativo lo hacen popular en jardinería ornamental. Sus frutos son consumidos por la avifauna y por pequeños mamíferos, son en forma de baya, de color verde, donde se encuentra una sola semilla.
Cuenta una leyenda indígena que el Arrayán es el guardián de los caminos forestales. Según esta historia, los viajeros que se detienen a descansar bajo sus ramas recibirán protección y guía en su viaje. Se dice que el aroma de sus flores tiene el poder de alejar los malos espíritus y atraer buena fortuna, por lo que muchos llevan una rama de Arrayán como amuleto de viaje.
Taxonomía:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Myrtales
Familia: Myrtaceae
Género: Calycolpus
Especie: C. moritzianus
Nombre Científico: Calycolpus moritzianus
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