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Resbalamono (Bursera simaruba)

Árboles de la Reserva
Resbalamono (Bursera simaruba)
Resbalamono (Bursera simaruba) Foto: Ricard Busquets Reverte

El Resbalamono, científicamente conocido como Bursera simaruba, es un árbol que puede crecer entre 10 y 25 metros de altura, con un diámetro que varía de 10 a 100 cm. Su tronco cilíndrico, de color cobrizo, le da su nombre debido a su apariencia resbaladiza. Las hojas, dispuestas en espiral, son pinnadas y constan de 7 a 11 folíolos ovalados de 4 a 10 cm de largo y 2 a 5 cm de ancho. La corteza interna es verde y brillante, rica en cloroplastos, lo que le permite realizar fotosíntesis durante la estación seca.

El Resbalamono se encuentra en climas semiáridos y de sabana, adaptándose bien a suelos pobres y pendientes inclinadas. Es una especie que prospera en áreas costeras y es muy tolerante a los vientos, por lo que se recomienda para la reforestación en zonas propensas a huracanes. La fauna asociada incluye abejas, que polinizan sus flores, y diversos mamíferos y aves que se alimentan de sus frutos y contribuyen a la dispersión de sus semillas.

Flor de Resbalamono (Bursera simaruba)
Resbalamono (Bursera simaruba) Foto: Reinaldo Aguilar

La corteza del Resbalamono se utiliza en la medicina tradicional para tratar problemas digestivos, fiebre y resfriados. Sus hojas tienen propiedades antiinflamatorias y se emplean en decocciones para aliviar afecciones renales y estomacales. La resina que exuda es valorada por sus propiedades antisépticas y se utiliza para tratar heridas y quemaduras.

Ya desde la antigüedad los mayas denominaban a este árbol chakáh y también lo empleaban para curar la irritación cutánea causada por el chechén (Metopium brownei) el cual crece casi siempre cerca del primero.


Existen varias leyendas mayas respecto al origen de ambos árboles, una de ellas cuenta que en la antigüedad dos guerreros, uno bondadoso llamado Kinch y el otro perverso llamado Tizic, lucharon a muerte por el amor de una joven de nombre Nicte-Há con funesto desenlace para ambos. Los dioses les concedieron la gracia de volver al mundo de los mortales convertidos en árboles para contemplar a su amada: Tizic sería un chechén, y Kinch un chacáh. Finalmente Nicte-Há moriría de pena y los dioses la convertirían en una flor.

Taxonomía:

  • Reino: Plantae

  • División: Magnoliophyta

  • Clase: Magnoliopsida

  • Orden: Sapindales

  • Familia: Burseraceae

  • Género: Bursera

  • Especie: Bursera simaruba

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© 2023 Fundación Reserva Natural Los Tananeos

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